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28/03/2022

Oberena, Campeón de España de Clubes de División de Honor

El sublime frontón Labrit recogió ayer las finales de la máxima categoría de la competición por escuadras en esta temporada, primera donde la clasificación se realizaba de forma conjunta y llegaban a la final los dos primeros colocados en la modalidad de herramienta y el líder de cada grupo en la de mano.

Sin protagonistas en la competencia de herramienta, donde el Puertas Bamar vallisoletano se impuso al Club Natación Barcelona, la atención para la feligresía navarra de centraba en el duelo “fratricida” en la pelota mano, el “derbi foral” entre Huarte y Oberena que rememoraba la final del pasado año en la que ambos equipos fueron también protagonistas.

Oberena se corona en un duelo “descafeinado”

El choque de Mano Individual comenzó con un respingo de incredulidad de la parroquia asistente al frontón navarro pues, al lado del representante de Oberena, Unai Mata, en el calentamiento, no estaba Iker Espinal sino Eneko Yoldi, habitual junto a Mikel Beroiz en el Mano Parejas.

El “primer espada cebollero”, Iker Espinal no se pudo recuperar a tiempo de su “mal de manos”, lo que obligó al técnico huartearra, Paco Caballero a hacer “encaje de bolillos” para reparar la alineación.

Así, el “multicampeón” Eneko Yoldi, que no jugaba mano a mano desde el 2017, asumió la responsabilidad en la pugna individual y el “trinquetista” Eneko Maiz ayudaría a Beroiz en la competencia por parejas.

El comienzo no le fue mal a Yoldi que, con cinco aciertos propios y cinco fallos de su rival, se llevó la victoria en el primer juego, elevándola esperanza de los aficionados de Huarte.

Pero los últimos tantos fueron muy exigentes en el plano físico y en el segundo acto esto le pasó factura a Yoldi que vio como Unai Mata le “pasaba por encima” en un juego en el que el oberenista dominó de cabo a rabo con tres saques, tres dejadas y cuatro pelotas atrás.

Partido al desempate y de nuevo la chapa al viento para ver quién disfrutaba del “disparo inicial”, tan determinante en esta modalidad. La suerte sonrió a Yoldi, pero esto fue un espejismo, un gancho que se le quedó en la mano al magistral delantero huartearra dio el saque a Unai Mata que siguió a lo suyo, haciendo gala de un juego muy serio y manteniendo muy lejos del frontis a un Eneko Yoldi que cabo entregando la cuchara bastante mermado físicamente.

Tras este primer asalto, llegó el segundo de la Mano Parejas en donde, como hemos ya apuntado, Huarte acudía también con una formación de circunstancias, donde, además del veterano Mikel Beroiz,  se alineaba en los cuadros alegres un “casi” debutante, Eneko Maíz, cuya especialidad es el trinquete y por momentos estuvo un tanto descolocado en la gran amplitud del Labrit.

Enfrente, posiblemente una de las parejas más fiables de todo el campeonato, Oian Canabal y Joseba Aldave, a quienes les da exactamente igual enfrentarse a cualquier pareja del circuito, a una horda de vikingos sedientos de sangre o a los 100.000 mil hijos de San Luis.

Ambos no cambian un ápice el guion, que pasa por no cometer fallos y someter al rival a un bombardeo continuo del que no es fácil huir. Un Joseba Aldave que “gozó” horrores de la pelota y un Oian Canabal que combinaba la ayuda a su compañero con certeros remates, rompieron la “maldición” de los tres años anteriores y se proclamaron campeones tomándose la revancha ante un Huarte, que no fue el Huarte y que ya salió con medio partido perdido.

Broche de oro a la División de Honor, con Puertas Bamar y Oberena en lo más alto disfrutando de una merecida victoria. Pero todavía quedan interesantísimas citas en el calendario, como la Copa del Rey dentro de quince días, de nuevo en el Frontón Labrit y donde tendremos la participación de cuatro escuadras navarras: Oberena, Amaya y Tenis Pamplona en Herramienta y Huarte y de nuevo Oberena en Mano

Fotografías