Iñaki Alonso "Indio" (Tolosa 20.09.1971-19.01.2022)

Te has ido silencioso, sin meter ruido. 

Tu sonrisa sincera, risa entrecortada y ojos vivos, de mirada brillante, escrutando ávidamente el entorno, a la búsqueda de todo, fuera grande o pequeño, luminoso u oscuro. Inquieto, activo, muy activo, nos sorprendías, ¿tenías un avatar que trabajaba por ti por las noches?, ¿eras hiperactivo?

Tú, personalmente sólo, conformabas el grupo de montaña, el grupo de espeleología, con tu perro, tu cámara de fotografía, la familia, alguno de tus hijos, algún amigo, algún arqueólogo... descubriendo lo oculto, olvidado o perdido: ya fuera una morada de la diosa Mari, un río de leche, una mina antigua, una cueva de la virgen, una surgencia con baños o unos lagos subterráneos... y lo compartías con todos. ¡Está ahí!, gritabas, ¡en Tolosaldea! No te lo guardabas, querías que todos lo disfrutáramos. Bien sabías que los secretos se pierden, devalúan y olvidan. 

Organizabas conferencias, exposiciones, hasta tratabas de que los menos capacitados pudieran acceder a este mundo olvidado, casi invisible y a la vez tan maravilloso que, a ti, te daba la vida. Sabías rodearte tanto de tus amigos como de otros menos afines, pero te has ido silencioso. 

La espeleología, un mundo tan oscuro como reservado, ha perdido una de esas pocas personas que han sabido darse cuenta de que en la divulgación está el valor y el respeto, la verdadera protección y continuidad, siendo la mejor manera de que se perpetúe y no se pierda. 

Que las nuevas generaciones y el resto del mundo sepan que, ahí, al lado de casa, hay infinidad de paraísos que pueden hacerte la vida maravillosa y que merece la pena cuidar y guardar. 

Te has ido silencioso pero, como tú siempre decías, con esa risa entrecortada, nos veremos en el lado oscuro. 

Geroarte.