El fin de semana pasado tuvo lugar el Trofeo Aldayeta 2023.

El primer día la emoción se palpaba en el ambiente, mientras los jóvenes regatistas se preparaban para la regata en el Club Aldayeta. Sin embargo, la naturaleza tenía otros planes para esta jornada, ya que el viento decidió descansar al poco tiempo de dar Delta.

El viento brilló por su ausencia, los Optimist permanecieron prácticamente inmóviles en el agua, esperando una suave brisa que los impulsara. No obstante, mientras los navegantes esperaban pacientemente la llegada del viento hubo juegos entre ellos, baños y merienda.

Los organizadores se mantuvieron optimistas y no perdieron la esperanza. Decidieron que al día siguiente debían tomar medidas drásticas para tener posibilidades de viento. Así que, en la segunda jornada, se adelantaron a la salida, confiando en que el viento les acompañaría.

Pero, una vez más, la suerte no estaba de su lado. Tan pronto como los Optimist se hicieron a la mar, una tormenta eléctrica arrancó en las cercanías. Se vieron rayos y truenos, la seguridad era primordial, y rápidamente se decidió regresar a tierra firme hasta que la tormenta pasara.

Aprovechando el tiempo en tierra, los participantes tuvieron un almuerzo, intercambiando historias y risas mientras esperaban que el clima mejorara. Y como suele suceder, después de la tormenta llegó la calma. Las nubes se dispersaron gradualmente, revelando un cielo despejado.

Con renovada esperanza, los regatistas se apresuraron a volver al agua una vez que la tormenta desapareció. El oficial de regata y los balizadores, conscientes del tiempo limitado y la escasez de viento, trabajaron incansablemente reorganizando repetidas veces el campo de regata para conseguir alguna manga. A pesar de los esfuerzos incansables de los organizadores, la regata se convirtió en una prueba de paciencia ya que las condiciones de viento no llegaban a estabilizarse.

Finalmente, llegó el momento de aceptar la realidad. No se dieron las condiciones mínimas para llevar a cabo ninguna manga. Los participantes, aunque decepcionados, comprendieron que la naturaleza está fuera de su control y este deporte depende de ello.