Desde el viernes 14 hasta el domingo 16 de junio se celebra en el Civican de Pamplona el III Congreso Nacional Espeleosanitario y de Primera Intervención
Las cuevas son uno de los medios más hostiles y extremos a los que se puede enfrentar un especialista en emergencias, con rescates que exigen permanecer largas jornadas bajo tierra, internarse a centenares de metros de profundidad en entornos poco conocidos, y coordinar una logística muy compleja que implica mover centenares de metros de cuerdas y toneladas de material. Para intercambiar formación y mejorar la respuesta ante estos desafíos, personal sanitario y expertos en espeleosocorro de todo el país se dan cita en Pamplona este fin de semana en el III Congreso nacional de Espeleosanitario y Primera Intervención.
¿Cómo actuar ante una hemorragia grave si la persona herida está a 600 metros de profundidad? ¿Cómo sacarla inmovilizada en una camilla a través de los túneles angostos y las chimeneas verticales de una cueva? ¿De qué modo maneja la presión psicológica quien interviene en un rescate así?
Son algunas de las preguntas que tratarán de responder desde la tarde del viernes hasta el domingo, en el auditorio del Civican de Pamplona, algunos de los mayores especialistas en rescates extremos del país que participan en el III Congreso Espeleosanitario y de Primera Intervención. El objetivo: encontrar las mejores soluciones a los problemas a los que se enfrenta un equipo de rescate en un medio tan hostil como una cueva, desde el aspecto organizativo al legal o el sanitario.
España es un paraíso mundial de la espeleología, una disciplina que combina deporte y ciencia. Quienes la practican se dedican a explorar y topografiar los laberintos de cuevas, simas y grutas que se encuentran bajo la superficie en las zonas kársticas del país, que esconde lugares tan desconocidos como la superficie de la luna. Aunque la formación en seguridad de los espeleólogos es alta, y por ello los accidentes son escasos, las consecuencias de cualquier percance en un entorno tan hostil son mucho mayores que en superficie.
Frente a los grandes avances que se han producido en los rescates en montaña, donde los equipos helitransportados pueden socorrer a un accidentado en cuestión de minutos, en espeleología los rescates llegan a durar días, con muchos participantes y una complejísima logística. Las ponencias del Congreso tratarán de arrojar luz sobre las muchas dudas que surgen en esas situaciones, mejorar la preparación de los espeleólogos y minimizar así los errores.
Aunque hay grupos profesionales que intervienen en rescates -como Bomberos o el GREIM de la Guardia Civil-, en casi todas las Comunidades Autónomas se han creado grupos específicos de espeleosocorro formados por espeleólogos voluntarios que están acostumbrados al medio y tienen el entrenamiento psicológico adecuado para permanecer largas jornadas bajo tierra. En estos grupos de personas voluntarias cada vez hay más personal sanitario. En Navarra, por ejemplo, donde la competencia del rescate recae sobre Protección Civil, el grupo voluntario de espeleosocorro cuenta al menos con 6 jefes de equipo, 15 socorristas, 3 médicos y 2 enfermeras.
Además, para optimizar los esfuerzos y mejorar la prevención, en el Congreso se pretende poner en marcha un registro común de accidentes en espeleología a nivel nacional, similar al que existe para los accidentes de montaña.
El III Congreso Espeleosanitario y de Primera Intervención ha sido organizado por la Federación Navarra de Espeleología, con la colaboración del Servicio de Protección Civil de Navarra- Nafarroako Babes Zibila , y cuenta con el apoyo del Servicio de Bomberos de Navarra- Nafarroako Suhiltzaileak .